lunes, 10 de noviembre de 2008

Rage of the burning Moon


Siento la bilis en mi estomago, hace años que no me pasa esto, mi estomago arde, busco un almax, un chicle lo sustituye.

Mi corazón acelerado.

Mi imaginación, ese lugar en el cual tiendo a refugiarme demasiado, me invita a llevar a cabo lo que la rabia interior "susurra" con el torrente de voz de una manada de bestias embrutecidas por el influjo de la luna ascendente.

"Aún queda mucho en ti"

Esa frase retumba en mis oídos, fruto del recuerdo y mis sentidos aguzados por la hiperventilación y la taquicardia hacen el resto, te escucho como si te tuviese aquí al lado gritándolo con tu dulce voz a mi oído.

Mis manos se abren y se cierran.

Aprieto los puños.

Me hago sangre con mis uñas en las palmas de las manos.

Extiendo mis brazos y abro mis manos, parecen los brazos de una bestia licantrópica.

Mi imaginación sigue gritando, alimentada por la rabia interior y potenciada por la sombra que yo mismo proyectaba que intenta volver.

NO.

Sal a la calle, caza, busca a algunas de las personas que anhelamos caza, golpéalas impunemente, bebe, folla, no pienses en como comportarte, realmente a nadie le importa...

Una lista de caras, nombres, ubicaciones, pasa en formato verde-monocromo por delante de mis ojos.

Movimientos, lugares donde golpear, formas de acercase, equipo, el sabor metalico de la sangre caliente corriendo por mi garganta y derramandose sobre mi pecho.

NO.

No puedo darle rienda suelta a mi oscuridad interior, ya no, mi senda es la de la redención y si duele, así sea, pero nunca volver atrás.

Se quien soy, no soy esa imagen, no soy eso.

No soy un Monstruo.

Alguien tenía razón, tengo un gran potencial para el mal.

Pero lo rechazo, mi voluntad es mas fuerte, no puedo sucumbir a mi seductora oscuridad interior.

Y lo reclamas de mi, mi lado más monstruoso...

Sin embargo, lo irónico de la situación, es que haciendo esto, tal y como lo hago, quien se fortalece soy yo mismo.

Intento reconducir los instintos, me sorprendo en esas cuatro paredes acristaladas rodeado de esteroidizados muchachos con baja autoestima, cogiendo casi el doble de peso del que soy capaz, termino mi serie y aún quiero más.

Algo arde en mi interior.

Salgo a la calle, la adrenalina corre por mis venas.

Me tiembla el pulso.

Veo borroso.

Mi corazón amenaza con salir del pecho a través del esternón.

No necesito más estímulos, sin embargo igual que hace cuatro meses coloco los cascos y el random, ese maldito random que a veces intenta joderme me regala una pieza acorde con la situación.

No pienso en calentar, no pienso en la ruta, solo conozco un camino donde poder dar rienda suelta a lo que necesito.

Levanto volutas de polvo a mi paso, desconozco a la velocidad a la que voy, mis pulmones ya no amenazan con ser expulsados como hace cuatro meses, se mantienen bien y mi corazón solo martillea al ritmo de la música.

Paso por al lado del camposanto en mi demente carrera ascendente.

Llego al inicio del sendero.

Salto para esquivar las vallas de obra.

Aumento la velocidad.

Resbalo por el fango del suelo, pero no llego a caer, salto de nuevo pudiendo dejarme el tobillo en el sitio.

Sigo corriendo, no de ti, no de mi rabia, no de mi mismo.

Corro porque necesito dar rienda suelta de alguna forma a esto.

Llego a la zona deshabitada, debajo de mi solo cae monte, oscuro, silencioso, lleno de vida y vegetación y casi con toda seguridad alguna pareja haciéndose arrumacos sobre el follaje de las hojas caídas de los árboles.

Miro hacia abajo, el descenso es muy empinado, nunca he hecho esto antes, puedo caer, rodar y abrirme la cabeza, pero se que tal y como estoy de acelerado no me enteraría a menos que algo cortase mi cabeza.

Sonrío como un demente, subo el volumen del nuevo corte que el random me vuelve a regalar.

Y salto.

Cuando mi pie izquierdo pisa sobre el suelo comienzo a gritar, a bramar, a sacar el animal que llevo dentro que furioso pide salir arañando desde el interior, intentando destrozarme y hacerme caer, sin embargo como a todos los animales furiosos lo conduzco por donde quiero que salga.

Las ramas golpean los brazos que cubren mi cara, el suelo parece deshacerse debajo de mis pies en mi loca carrera hacia los cientos de metros en pronunciada pendiente que recorro instintivamente.

Si no tuviese que ir el lunes a la oficina y supiese que no tengo que estar presentable (y no tuviese aprecio por mis genitales) haría este descenso desnudo.

Llego abajo, caigo de rodillas con el sabor metálico de la sangre y la adrenalina en mi boca.

Quizás no sea la forma mas correcta, pero he conseguido sobreponerme y nadie mas que yo mismo ha podido sufrir las consecuencias.

"La senda de la redención" me digo a mi mismo.

Una nueva lección aprendida ya se como dominar a la bestia en lugar de que ella me domine a mi.

El random una vez más me regala una pieza acorde.

Sonrío.

Ajusto la braga a mi cuello y subo un poco más la cremallera.

El pabellón de baloncesto está frente a mi.

Otro lugar donde vencer a demonios interiores del pasado.

Silbando la melodía que suena en mis oídos me dirijo allí.

Fortalecido.

Una vez mas, soy yo quien gana y esta batalla ha sido dura.

Sin embargo, se que aún me quedan muchas mas y se que las ganare todas.

No puede ser de otra forma...

Gracias por leerme.

Vuestro.

M.

10 comentarios:

Anita Patata Frita dijo...

Velocidad del relato... Contenido, rápido, pausado... eso es crear sensaciones si señor.

:)

maria dijo...

El camino de la redención o el camino del modelamiento interno?

Al menos ya sabemos que si no posteas podremos ir a buscarte al monte, quizás incluso transformado en licántropo...
besos

Redtalon dijo...

Solo puedo decir

"Al final somos lo que nosotros mismos hacemos de nosotros..."

Aniña (@vampyevil) dijo...

pedazo foto soñare con ella---

Redtalon dijo...

Si creo que es una foto de la camada de Fenris... pero ya se pronunciará el maestro...

Manu dijo...

anita patata frita:
Experimento con la palabra para conseguir el efecto deseado ^^
Me alegra al menos por tu parte el haberlo conseguido :)

Aïcha:
Ambos son el mismo, el remodelamiento interno va acompañado de la senda de la redención por mi pasado.
No puedo, no debo sucumbir a esa "licantropía"

Redtalon:
Ahí es donde está la cuestión, en rehacerme a mi mismo en algunos aspectos que no me gustaban ^^

Aniña:
Cuidado con lo que sueñas y con lo que deseas, puede convertirse en realidad, y no por mi parte ojo, pero no te deseo el encontrarte con un Monstruo licantropico de estas caracteristicas que como bien dice el colega Redtalon bien podría ser un Camada de Fenris.

Redtalon:
No se si es un Camada o no, la saque del Deviant ^^

Losselith dijo...

me recuerdas en extremo a una persona por lo que dices, como lo dices, incluso física y geográficamente... cosas de la vida supongo

Blaudemar dijo...

Jo chico, eso sí que es describir bien la rabia (me ha encantado cómo lo has hecho). Me alegra que al final la controles.
Besos

Manu dijo...

Losselith:
Pues nu se, creo que por Jaen no he pasado y creo que tampoco conozco a nadie (al menos que yo sepa) que sea de Jaen...
Nu se
¿nos conocemos? =??

Manu dijo...

Blaudemar:
La descripcion es tan vivida porque es como me sentí el viernes pasado y narra (a excepción del recurso literario psicopatologico del matar a alguien) como fue mi viernes tarde-noche.
Yo mas, en especial no el controlarla sino el evitar que salga de otra forma ^^
Un pasito adelante en la senda de la humanidad y un pasito atras en el de la bestia.
^^
Un beso