miércoles, 18 de noviembre de 2009

Palabras y más que Palabras...

Elegir el camino en el que me encuentro, tomar la tangente laboralmente, aprender una profesión nueva, que básicamente la he llevado siempre en el corazón, requiere entre otros muchos factores como es la dedicación o la imaginación abstracta, el que muchas cosas te empiecen a importar un pepino, es una deshumanización lenta y progresiva en la que el factor más importante es uno mismo.

Soluciones.

Eso es lo que siempre he buscado a todo, pero soluciones factibles y realizables, un problema llega y analizo todos sus componentes y vectores hasta dar con su solución, cuando hablamos de un problema teórico de matemáticas, física o química (tres componentes básicas de cualquier problema de ingeniería) el único camino para su teórica solución es el conocimiento de la materia y la aplicación correcta de la formula de turno.

Con la vida es algo más complicado, cuando hablamos de los sentimientos humanos la dificultad de la resolución práctica se eleva exponencialmente hasta rozar cotas inimaginables, pero mi afán como poeta que me considero y amigo de aquellos que considero dignos de serlos o ante cualquier persona a la que le pueda aportar soluciones, ha sido el inmiscuirme en la psique y el razonamiento de esas personas para intentar empujarlos quizás allí donde yo no puedo llegar, pero esto llega a ser agotador, en especial para esa parte del cerebro que es el proceso de información que da como resultado una respuesta.

42 podría decir y quedarme tan pancho, que quizás sea ese el resultado, pero aún no se ha podido demostrar, por lo que me cargo de problemas ajenos haciéndolos propios, llevando en mi propia mochila peso de los demás.

Acabo de salir del cine, he visto "Luna Nueva", no daré más datos puesto que no quiero que esto sea otro boom de publicidad como lo fue aquella entrada de Enero, pero la película me ha hecho meditar, recordar y re-sentir palabras, más que palabras que al final no quedaron más que en estrellas fugaces o en un sol a punto de extinguirse, que como bien saben los astrólogos, pueden estallar en una supernova o convertirse en agujeros negro.

He salido del cine aislando mi mente de todo estimulo exterior, evitando el contacto con nadie, hacía tiempo que no me sentía así, mi cabeza chispeaba y mis dedos eran su fuente de salida, me sentía imbuido por el susurro de alguna Musa que pasando por allí decidió susurrarme algo al oído, ahora escribiendo esto mientras escucho la discografía de Linkin Park y Evanescence, siguen crepitando, solo espero poder asimilar esta sensación y reproducirla en las pruebas venideras.

Sobre dos planos formados por los ejes (X,Y,Z) según la Física, puede haber deformaciones que se convierten en curvas, oscilaciones, mesetas, llanuras y en puntos que tienden al infinito. tanto en dirección positiva como negativa.

Trivializando científica y metafísicamente hablando, podríamos decir que el alma humana podría estar albergada en dichos planos convergentes en un punto inicial (0,0,0) del cual parten todas las sensaciones, emociones, sentimientos y vivencias que con el día a día vamos llenando con nuestra actitud y vivencias, dichos planos avanzan en función de la magnitud irreversible Tiempo (t) y el avance en dichos planos es el paso de las horas, siendo "impredecible" que ocurrirá en el siguiente margen temporal, sin embargo si podemos estudiar su superficie tridimensional fundamentada en recuerdos que contienen las deformaciones mencionadas en el párrafo anterior.

Evidentemente todo lo que nos rodea actúa sobre esos tres ejes de forma interactiva, creando fuerzas a veces opuestas a lo inicialmente trazado por nuestro propio ser.

Viendo la segunda parte de esta saga, me he ausentado a esta convergencia planar y echando un vistazo, dándome cuenta que existe una zona, preocupantemente grande, en la cual no existe NADA, donde la mayoría de la gente tiene algo, en mis planos no existen nada.

Miro hacia atrás más aún y encuentro el punto donde esa zona desapareció, después he analizado todo lo que ha pasado por esa zona y su estado actual.

También soy consciente de haber intentado taparlo con algo lo suficientemente duro e impenetrable como para poder edificar encima suyo un castillo con lago y bosque incluido, pero como si de un desagüe se tratase, también se fueron por el sumidero.

Es como si en una zona de mi alma tuviese un agujero negro estable (la mayoría de las veces) cuya amenaza aunque no es activa, pero si pasiva, haciéndome saber ocasionalmente de su existencia y la posibilidad de que se lo trague todo, tanto lo que me importa como lo que no.

Es como una deidad Maya, está ahí y requiere ser alimentado ocasionalmente, su plato favorito son las almas ajenas, pero se conforma con cualquier cosa con la que lo alimente.

Entiendo ahora el motivo de ser llamado monstruo por algunas personas que simplemente, dejaron de importar y fueron llevadas como corderos al matadero hacia esta zona vacía comparable al borde del mundo que creían los Vikingos.

En la continua evolución en la que avanzo a veces a pasos agigantados, descubro que en muchos casos como el caballo de Atila, la hierba no vuelve a crecer donde he pisado como si arrastrase hacia ese pozo todo lo que se me cruza por el camino, incluyendo palabras y más que palabras, incluyendo amig@s, conocid@s, amantes y amadas.

No es oscuridad, no es luz, simplemente es la ausencia de todo ello, el vacio.

Soy de carácter controlador (por ello no tomo drogas ni bebo más de una copa) y ese vacío escapa a mi control, a pesar de estar dentro de mí mismo.

Mentiría si dijese que no existen personas, situaciones, problemas propios y ajenos que me importen actualmente.

Sin embargo, se, siento, que para llegar a mi meta debo alimentar ese agujero negro ya que la montaña que forman algunas cosas me impide ver mi meta, pero debo pagar el precio, a menos que encuentre la formula de la antimateria y como si fuese una ecuación matemática, la aplique a ese vacio creándose de la nada aplicándole nada cuando menos una superficie lisa ya que no devolverá NUNCA todo lo que a él ha sido arrojado.

Gracias por leerme.

Tuyo M.