miércoles, 7 de noviembre de 2012

Tiempo

Si, lo sé, tendría que estar terminando los retoques a una práctica de física que tengo que entregar la semana que viene, pero al igual que vuelvo a sentir la música, vuelvo a tener la maquinaria por dentro moviéndose, con entradas y palabras que querer vomitar de alguna forma en este blog personal que tengo, en el otro también  sin embargo es mucho más fácil escribir aquí que en el otro, ya que si pretendo que las historias que cuento tengan un mínimo de coherencia tendría que empezar a usar una libreta con mas anotaciones que la que ya uso, o un programa que en su momento me recomendó Nuedio.

Como bien podéis ver l@s que aún me leéis (lo reconozcáis o no), voy a tope con todo lo que llena mi vida, me falta eso que da nombre a esta entrada y que ahora mismo estoy invirtiendo en escribir esto, no solo para mi mismo sino para vosotros también  recordad, que de una forma o de otra, la intencionalidad inicial (y la que sigue siendo su base) de este blog es intentar hacer pensar a personas que por H o por B (x,y,z vectorialmente hablando) no llegan a procesos mentales por si mismos, siendo algo posible de alcanzar si se trabaja, al igual que todo, doblando el lomo.

Releyéndome, no por egocentrismo, sino por revisar de donde vengo y a donde voy (no por sentirme perdido) veo que he invertido mucho tiempo, muchas prisas, en como diría en una entrada de hace año y pico, en variables que era desechables cuando se derivaban y que al integrarlas desaparecían sin mas.

Algunas cosas han cambiado, ya me da un poco lo mismo el hacerme la foto de la orla por aquel motivo vengativo que señalaba, ahora solo es parte del proceso de terminar la carrera que quiero terminar, como un vídeo cinemático de parte del camino que hay que recorrer para alcanzar el reconocimiento final.

Ante el nombre de la entrada, podría decir muchas cosas, desde su definición teórica fundamentada en el mundo académico en el que me encuentro inmerso, hasta su raíz mas poética y mística  sin embargo quiero hablar de ello en un contexto a caballo entre ambos.

Por fortuna o por desgracia, quizás mas por desgracia que por fortuna, me he acostumbrado (al igual que otras personas) a no valorar el tiempo, a regalarlo impunemente, o a desechar la idea de que es el bien mas valioso que poseemos, independientemente de la sangre, los órganos o lo que podamos sentir, pensar o decir, sin tiempo no somos nada.

Durante años, demasiados tal vez, ese tiempo no valorado, ha sido en ambos casos, tanto del dado como del recibido, o del necesario para el proceso de las situaciones deseadas.

Sin invertir el tiempo necesario una tortilla al fuego no es más que un revuelto, una amistad no es más que un mero saludo en mitad de la calle y el amor puede no ser más que una mirada furtiva de unos licantrópicos ojos azules detrás de unas pestañas preciosas.

Sin embargo al igual que usamos el tiempo en lo que consideramos más preciado en ese momento, debemos tener claro que el tiempo cuando pasa no vuelve atrás (no, aún no hemos conseguido inventar el condensador de fluzo) y la mayoría de las veces cuando comenzamos a valorar el tiempo vamos tarde, necesitamos atraparlo con nuestras manos y usarlo en los lugares que más necesitemos en ese momento, destilándolo con cuenta gotas y poniendo dosis de tiempo puro en aquello que tengamos que hacer.

Hay personas que no sólo no valoran el tiempo propio o lo invierten en divertimentos carentes de sentido en pro de un crecimiento personal, sino que no respetan ni valoran el ajeno, quitándole valor e importancia a las acciones en las que invertir esas delicadas y contadas gotas de tiempo.

Me gustaría ser capaz gracias al "don" de la palabra que poseo, hacerle entender a las personas que tengo cerca y me importan lo suficiente como para invertir parte de mi tiempo condensado (ese que me falta pero no me importa emplear en ell@s), de la importancia y el valor que tienen para mi cada una de esas gotas, cada uno de esos minutos "perdidos" que empleo en acciones ocasionales, que a veces creo que esas personas son incapaces de verles el valor que poseen para mi.

Le doy mil vueltas, lo pienso desde dentro y desde fuera, proyecto, analizo desde otro enfoque, trato de verificarlo quitando opciones e importancia a "variables", sin embargo, independientemente de estas palabras, no veo o no consigo ver como hacer entender a l@s que me rodean y me importan (al menos a aquell@s que aún no han aprendido a valorar el tiempo) de lo importante que es cada segundo que me "roban".

Desde otro ángulo, trato de ver y comprender, que como decía antes, cada cosa conlleva su tiempo, aunque no sea a lo que estoy acostumbrado y algunas esperas se parezcan demasiado, a palabras desagradables que resuenan entre páginas de esos tomos viejos y cerrados que anidan en el fondo de mi mente escritos con mi propia mano, pero con una letra distinta, de esos recuerdos que guardados en tarros, vibran violentamente ante la reverberación de las palabras resonando en ese almacén de la memoria.

Tantas preguntas internas, tantas (odiosas) comparaciones con matrices y vectores previos, la duda a si el método empírico, por un proceso totalmente distinto al acostumbrado, dará el resultado optimo, estable y deseado, que no es otro que ese permanente de conseguir reacciones de combustión de hidrógeno y regeneración del mismo, en lugar de ser una combustión por oxígeno y fricción por velocidad.

La respuesta a todo, aunque quiero creer que alguna la conozco (sueño con que sea así) sólo nos la puede dar ello mismo, el tiempo.

Aunque mientras ese tiempo pasa, podría acostumbrarme a escribir con tu cabeza en mi hombro ;-)


Gracias por leerme.


Vuestro.




M.



lunes, 5 de noviembre de 2012

Acción y consecuencia

"Todo lo que hacemos y decimos tiene su eco en la eternidad"

No siempre al hacer o decir algo pensamos en las posibilidades o probabilidades de los ecos que pueden causar aquello que hacemos.

A veces, abrimos la boca o hacemos algo y nos decimos a nosotros mismos "ostias, la he liao", momento perfecto para parar, poner pie en pared como se suele decir y parar lo que esté sucediendo antes de que la bola de nieve siga rodando montaña abajo.

Por norma general existen personas que con tal de no "hacer un daño inmediato" dejan correr esa bola de nieve colina abajo haciéndose mas y mas grande, hasta que de un pequeño guijarro cae una tonelada de nieve, o en algunos casos mierda, que es imposible de parar hasta que no llega al fondo, explota dejando a su alrededor una deflagración destructiva digna de una bola de fuego de un mago de nivel 20.

Si se tratan de acciones cuya onda expansiva es algo a pequeña escala, a menos que sea un encadenamiento de catastróficas acciones, no suele suceder nada, siempre y cuando, en principio, afecten solamente a quien provoca esa acción.

Sin embargo ese tipo de acciones suele ser escasa realmente, ya que siempre hay alguien a quien afecta de una forma o de otra cualquier cosa que hagamos.

En el caso de las relaciones interpersonales, decir unas palabras en concreto en un momento dado, puede provocar el desencadenamiento de un millón de explosiones de luces de colores, el mandar un enorme fogonazo de luz en mitad de la noche mas oscura.

Analizando esto como si de un fenómeno físico se tratase, una acción fugaz de proyección de luz, provoca una reacción inversa, de magnitud igual a la luz proyectada, por lo que cuanto mayor es la luz, mayor la sombra, siempre que sea, como antes he dicho, algo fugaz, como esas estrellas que llegan a nuestra atmósfera  brillan intensamente durante unos segundos y se apagan al consumirse.

Al igual que por muy buenas semillas que tengas, tierra fértil y buenas herramientas, si no cuidas y riegas tu huerto de patatas (o de nabos), no tendrás buena cosecha.

Igual que por muy buena maquinaria que tengas, si no la haces girar y la mantienes bien engrasada y funcional no te servirá de nada.


Estrellas fugaces, teoría del kaos, física elemental, horticultura, mecánica  ¿que cojones está diciendo este tío hoy?

Muy sencillo, que hagamos lo que hagamos y digamos lo que digamos, que debemos ser consecuentes con ello, hacer las cosas por que queremos hacerlas en el momento pensando en lo que pueda suceder como consecuencia de ello.

Podemos negar lo dicho, lo hecho, esconder un millón de esqueletos en el armario o borrar palabras que escribimos en los muros de la eternidad, podemos tratar de mentir a mucha gente durante poco tiempo o a poca gente durante mucho tiempo,


Como diría Jorge Bucay, somos libres para tomar las decisiones que deseemos siempre y cuando seamos consecuentes con ellas y estemos dispuestos a pagar el precio, el máximo precio que podemos llegar a pagar es nuestra propia vida, pero habrá sido elección nuestra el haber pagado ese precio.

Encandenar mentiras, escribirlas, decirlas, hacerlas, cuando estamos acostumbrados a ello, tiene sus consecuencias, tarde o temprano hay que pagarlas, quizás algunas personas son incapaces de verlas, o tienen la suerte de no verse afectadas por esas "bolas de nieve" que lanzan rodando colina abajo en las vidas de los demás, pero siempre, tarde o temprano el sistema se acaba equilibrando.

A veces nos dejamos llevar por la emoción del momento, liberamos algo que somos incapaces de mantener, pedimos o damos algo que realmente no queremos o vamos a ser incapaces de mantener, el planeta en el que vivimos ya es lo suficientemente triste como para crear esperanzas ajenas, encender focos sabiendo que vamos a apagarlos o que somos incapaces de seguir suministrándole energía, convirtiéndonos en estrellas fugaces en las vidas de los demás, a las que piden un deseo que al igual que su luz, es algo que se apaga en un tiempo relativo.

Realmente puede sonar depresiva esta entrada, mas que depresiva reflexiva, cuando ves como la luz comienza a llenar lugares que hasta el momento se habían mantenido entre sombras te preguntas con una mezcla entre miedo y esperanza, si no se apagarán las luces dejando entrar de nuevo a la oscuridad...

Por eso las ruedas giran perfectamente engrasadas, las dinamos giran y provocan un arco voltaico como el que Tesla asombraba en sus exposiciones, esta energía funcional, mecánica  disciplinada y marcial aporta todo el combustible necesario para conseguir metas.

Sin embargo sin nuestros sueños, sin esa calidez de ese abrazo tan necesario en días tontos, solo seríamos seres que soñarían con ovejas eléctricas en lugar de despertar riendo por algún sueño que no recordamos, pero es suficiente para despertarse de buen humor.

Y mejor humor cuando poco más tarde, la mera presencia de alguien especial te hace sonreír de una forma a la que no estás acostumbrado, de una forma en la que hay armonía en todas las partes y aunque te vaya a provocar que salgan antes arrugas en la cara, pero hay cosas que no se pueden mantener dentro, entre ellas, la sonrisa que me/te causo con solo mirarte/me.

Vivir un sueño es posible, solo tienes que luchar por conseguir lo que quieres, el resto, llega solo, absolutamente todo ^^

Gracias por leerme.


Vuestro.




M.

martes, 23 de octubre de 2012

Tres Ruedas


Estaba pensando el como contaros a mi manera la motivación y la situación en la que me encuentro últimamente e iba a empezar contándoos los motivos, pero realmente y parafraseandome (nota mental, tienes que leerte mas, Manuel) "ya no importan", ni me parecen un buen comienzo hablando de cosas feas cuando todo me va tan divinamente bien.

La cuestión es que decidí fundamentar mi día a día en tres motivaciones personales, en tres metas a conseguir, en cosas por lo que luchar para conmigo mismo, para lo que quiero tener, para quien soy y quien quiero ser.

Para no abarcar demasiado me centré en una triada de cosas, tres sencillo elementos, asequibles con esfuerzo, sudor, constancia y ese derroche de todo lo que soy que reparto cuando estoy agusto, contento y feliz con lo que hago.



En mi primer año universitario (hace poco en verdad), gracias a un conocido de la época de jugar a rol en vivo disfrazado, conocí un deporte que hasta el momento me era desconocido : Rugby.

Visto desde fuera puede parecer un deporte violento o demasiado brutal.

Es un deporte agresivo donde el físico es lo que prima, sea por velocidad, resistencia o fuerza.

No se que yo ande sobrado de ninguna de ellas, pero este deporte me tiene enamorado, poder liberar al "hulk" que llevo dentro con control, sentir como formas parte de un 15 ganador, saber que formas parte de jugadas capaces de dejar con cara de bobo al pilar mas pesado, al 3/4 mas rápido, coger el oval, sacar la mano y con ternura ponerla en la cara del oponente mientras sigues avanzando hacia la linea de ensayo...

Después de que el equipo al que había consagrado mi alma deportiva se fuese a pique y ser "traspasados" como cabezas de ganado a un equipo donde estaban la mayoría de actitudes y comportamientos que bajo mi punto de vista no son buenos para un equipo, decidí poner el punto de mira en cotas mas altas para esta temporada. 

Para ser exactos, el "enemigo" del equipo que me había visto nacer, venia de un equipo "amigo" donde el trato que se me había dispensado no era el que esperaba, así que al llegar al nuevo equipo iba casi con miedo, sin embargo me encontré todo lo contrario y aunque como bien he dicho ni mi velocidad ni mi resistencia ni mi fuerza son dignas de jugar en División de Honor A, solo puedo responder un "de momento" y seguir entrenando duro tres veces por semana sobre el cesped y todos los días en el gimnasio, poco a poco, la meta la tengo clara y aunque mi entrenador sea socio de ese equipo que el año pasado no me gustó, hacen falta al menos 10 como el para empezar a hacer mella en mi voluntad para con este deporte y para con este gran equipo con el que estoy entrenando.



Como algun@s sabéis, hace unos años dejé el curro que tenía para entrar en Ingeniería Mecánica, esperaba enseñanza de calidad, medios acordes al precio que estaba pagando, cultura, sapiencia, sitio para estudiar y lo que me encontré fue muy distinto, demasiado decepcionante, sin embargo la meta seguía ahí  acabar mecánica  hacer el master en Ingeniería Biomecánica y volar de este país poniendo tierra y agua de por medio.

El año pasado debido a amamonamientos varios no me cambié, pero la US oferta un grado llamado "ingeniería de la salud" donde una de las menciones es Ingeniería Biomédica con mogollón de asignaturas de biomecánica, estaba al alcance de mis dedos, solo tenía que dejar atrás a la Politécnica, hacerme un buen caparazón por si me encontraba con alguien a quien no quería ver, y correr hacia la facultad donde imparten esta carrera y pretendía terminarla con tanta prisa, que casi me parto el cuello cuando descubrí el brillo de la luna en unos ojos azules en mitad del pasillo que daba a una clase que resultó ser la mía, pero no adelanto acontecimiento...

Evidentemente no estaba entrando en algo fácil, pero sabía de que iba la historia y en ello andamos, planificando, estudiando y avanzando, esperando liquidar todas las asignaturas antes de Febrero y poder hacer una escapada a Amsterdam y ni fumo hash ni pretendo ir al barrio rojo a dejarme los jurdeles... 



Y la tercera por orden de llegada que no menos importante, desde hace años me fascinan las motos custom, el rollo motero de libertad, hermandad, buen-rollismo y cerveza, rock&roll y heavy metal, cuero, gasolina y motores rugiendo, pensareis en la serie motera de moda, "Sons Of Anarchy", que por una parte mola, pero por otra "acojonan" las cosas ilegales.

"Gracias" a como empecé el año, y a un tipo, al que antes podía llamar amigo y ahora puedo llamar hermano, que se auto apellida Ranrove encontré de la noche a la mañana a casi 100 familiares nuevos de edades entre tíos, tías, primos, primas, sobrinos, abuelos y abuelas, pero sobre todo Hermanos, este viernes junto con algunos de los Hermanos de La Vera, me dieron los colores, ya formo parte de esto, ahora solo queda poder rodar junto con mis Hermanos.



Ya están las tres ruedas en su sitio, colocadas y funcionando, girando por mediación de algo que genero.

Todo lo planificable y controlable es "perfecto" hasta este momento, realmente poco más puedo pedir, tengo tres ruedas girando para conseguir lo que quiero y me siento dichoso con todo ello.

Como escribía este hace unos meses, este verano "gracias" a motivos varios, descubrí un grupo de personas que con las que era bastante afín, quedandome con un reducido grupo de 3, Dave, Rien y Sebas, juntos somos una manada, y aunque a veces salten chispas, pero son tres personas con las cuales si ahora mismo he de elegir, me llevaría el resto de mi vida con ellos a mi lado como amigos, como hermanos, como manada.

Todo de puta madre eh?

Que coño más puedo querer pedir?

Piénsalo tío, practicas el deporte que amas en un equipo en el que te sientes integrado, estudias lo que quieres estudiar en un campus de verdad, has entrado en uno de los Clubes Moteros con mas peña y repercusión de Andalucía, tienes un grupo de amigos-hermanos-compañeros que se parecen mucho a ti en la forma de ver las cosas...

¿que mas puedes pedir?

Pues no pedí nada, los dioses son testigos de ello, era feliz con todo lo que tenía hasta tal punto que no quería nada mas...

Hasta ese día en que al llegar a clase vi la luna llena reflejada en unos ojos azules y de la velocidad lineal que llevaba y la velocidad circular a la que giré el cuello casi me desmonto en todo mi yo, aunque con la suficiente discreción como para que casi no se notase más allá de una sonrisa y un asentimiento cordial de cabeza ante una desconocida.

Releerme todas las entradas que escribo aquí es dedicarle un huevo de tiempo, principalmente porque al teclado escribo mas rápido que a mano, sin embargo, de vez en cuando me gusta releerme, y me recordé a mi mismo una entrada de hace unos años, sin embargo, ahí volvía a estar otra vez su intensa mirada, con la luna reflejada en ella, o desde ella mejor dicho, con una profundidad sorprendente y en esos preociosos ojos azules, mucho de lo que buscaba en alguien a quien poder mirar como una igual.

Pero...

...era absurdo, rugbier, motero, con la edad que tengo y en la situación en la que estoy, absurdo...

O tal vez no...

Ahora como te dije ayer por la tarde, eres la protagonista de esta historia, porque cuando vuelvo a casa después de clase y estudiar, de entrenar duro en el gimnasio y en el césped  de tomarme una cerveza con mis Hermanos y reír con mis hermanos de manada, la sonrisa en la que pienso antes de cerrar los ojos y la voz que recuerdo dándome las buenas noches es la tuya ;-)

Sería injusto para ti decir que eres mi musa, te relegaría solo a un papel inspiratorio metida en una jaula de papel, esto es realidad y va por ti, cuando retome la ficción creeme que estarás, pero encasillarte en un rol que se te queda corto, es como tratar de encerrar en hierro frío un Pixie Irlandes, quizás todas mis letras fuesen escritas pensando en ti, buscando y experimentando lo que el Ka me tenía preparado hasta llegar a este momento...

Aun no lo se y si hay algo que la "vejez" me ha enseñado, es que no puedes atrapar el aire o el agua entre las manos, que el fuego es eterno cuando se usan los troncos adecuados y que la tierra, con paciencia y buena letra, se cultiva mejor para obtener cualquier deseo y poco a poco es ni mas ni menos lo que vamos haciendo.

Gracias por leerme.


Vuestro.


M.




lunes, 10 de septiembre de 2012

Palabras para algo más que un Dolor


Uffff. 19 de agosto última entrada, y yo que quería actualizar cada semana, supongo que el "final" del verano (lo entrecomillo porque después de este verano creo que el "invierno" no volverá), me trae con una agenda algo loca y la implantación de las tres ruedas, ya os hablaré de ellas (a l@s que aún me seguís, que para sorpresa mía soís mas de l@s que creía), pero solo paso por aquí a dejaros este poema, que no es mío (ni mucho menos, no escribo tan bien) que ha puesto una amiga en otra red social y mira, me ha llegado y quería compartirlo con vosotr@s.

Nos vemos pronto.

Vuestro.


M.


Palabras para Algo más que un Dolor

Tal vez sólo es posible que podamos amarnos
mientras que dura un beso
o si se quiere una ardentía
que, poco más o menos, es una lástima de incendio,
quizá una lágrima de incendio,
y no puede vivir sino acabándose,
como la duración de una palabra sólo nos dice su verdad
cuando está terminada
y deja su memoria en el oído.
Tal vez tengo un cansancio dirimente
y he llegado hasta ti como el náufrago si le empujan las olas
puede llegar hasta la playa,
y he comenzado a andar con unos pasos tartamudos
hasta quedar extenuado,
y esto es ya como ver la espalda al día,
esto ya no es amar sino caer,
seguir cayendo sobre tu cuerpo como la noche cae en el
mundo,
mientras siento crujir mis huesos y mis besos.

Tal vez es cierto y sin embargo es triste
que nuestro amor sólo puede durar mientras que dure
un beso,
pero al besarte el tiempo se establece,
y tu cuerpo comienza a ser una pregunta,
cada una de tus manos tiene su gesto propio,
y el mirar de tus ojos empieza a conjugarse en voz pasiva.
Así me voy llenando de música y de tiempo,
y la música es sed,
y la sed es tan corta que tiene que nacer continuamente
como nacen mis ojos cuando el vestido empieza a resbalar
sobre tus caderas
y aparecen tus hombros soleados,
tu momentánea piel,
y tu cuello de miel agonizante,
y tu cintura que es de agua,
y recorro, una vez y otra vez, el corto territorio de tu
vientre,
con un mirar infinitesimal,
con un encendimiento que cada vez se hace mayor
y que al fin se convierte en bautismo
sobre un pecho pequeño que cabe en un dedal
y unas rodillas fuertes y despiertísimas que alguna vez como
las nubes tienden a separarse,
y las manos te nacen de repente igual que brota un
manantial,
y las caricias vienen del origen del mundo,
ya que cuando se ama
todo el cuerpo termina siendo labio.

Y no puedo olvidar que esto es un premio,
amiga mía,
un premio que me han dado para identificarme con la nieve,
mientras te miro
y se borra poco a poco tu rostro como se empañan los
cristales
pues estoy atendiendo a otro diálogo,
y este diálogo es una lágrima que tengo ya en el ojo,
puesta a punto
y nunca acaba de caer,
y se va convirtiendo en araña,
y siento tu temblor,
su velludo temblor parpadeándome,
y es un poco de miedo
o una embolia
que toca con su hielo esta vida que es mía
y la contabiliza, hora tras hora, como se cierra un inventario.
Y esto no es doloroso,
amiga mía,
esto es así,
como una mano que te agarra por dentro
pensando en que la carne se encienda sin arder,
y la demora se convierta en culpa
y el beso que te doy deje de ser una caricia
y sea más bien una pregunta,
esa pregunta destituyente
que no me atrevo a hacer sino en tu boca,
pues todo lo que soy depende de ella,
depende de saber que nuestro amor pudo resucitarnos
-ésta fue su misión y la ha cumplido--
pero
sólo puede durar
mientras que dura un beso.

Luis Rosales

domingo, 19 de agosto de 2012

Deseos y estrellas fugaces

Como un Pistolero en un mundo que se ha movido, ahora mismo mataba por un cigarrillo.


Dicen que caminar de vuelta por el bulevar de los sueños rotos es imposible, aunque claro si no sabes que es imposible y eres lo suficientemente ceporro (como es el caso) puedes llegar a conseguirlo.


Imaginad la situación, tras una noche de afamadas barbacoas en una ciudad sureña costera y siendo el piloto responsable de la noche, dejo a mis dos maltrechos (etilícamente hablando) compañeros en sus respectivos camastros y cogiendo una cerveza helada de la nevera me dirijo hacia la playa más cercana a esperar la luz del amanecer.



Evidentemente el sol salía a mis espaldas por lo que al llegar a la playa solo pude disfrutar de la iluminación progresiva de la misma gracias al astro rey que comenzaba a calentar mi nuca.


Aunque fue bastante satisfactorio, quizás en la foto no se pueda apreciar todo lo que esa playa, ese amanecer significó, solo decir que fue amenizado por una pareja de labradores juguetones que derramaron parte del dorado (y no tan helado) liquido que estaba bebiendo mientras divagaba mirando al horizonte a través de las olas del mar.

Para llegar aquí atravesé retama, hojarasca de pino, tierra en proceso de pseudofertilización por parte de los desechos orgánicos que la misma naturaleza provee.


Y sin saber porque, me descalcé y a diferencia de hace mas o menos un año, la retama en lugar de atacar la piel de mis enormes pies peludos la acarició por debajo como invitándome a correr a través de ella, a atravesarla con paso liviano hacia el mar que rompía unos centenares de metros más allá.

En ese momento sentí vivo todo lo que me rodeaba, noté el oxigeno reciclarse gracias a los pinos y sus plantas circundantes, el mar moviendo vida en el y a través de el, quería correr, quería dejar de ser persona y dejar suelto el animal que llevaba dentro y sentir sobre el pelaje la caricia de las ramas y el agua del mar.


Al llegar a la playa y sentarme en sus solitarias arenas, con los últimos vestigios de oscuridad una estrella colisionó contra nuestra estratosfera, permitiéndome ver su estela al desintegrarse mientras su ruta intentaba (absurdamente) alcanzar la corteza terrestre.

Sigo creyendo en según que tradiciones y pedí un deseo, deseaba recuperar mi corazón, no la libra (larga) de carne bradicárdica que bombea sangre a mis 103 kg de peso, sino a la metáfora que durante años por un cúmulo de irracionalidades y estupideces emocionales se ha visto erosionado como una roca caliza a orillas del mar y fragmentado como uno de esos viejos platos de cristal marrón que parecen ser irrompibles hasta que el día que cascan se esparcen por toda la cocina.



Entonces de entre todos los pedazos, que por arte de magia volvieron a juntarse, miré hacia atrás en el epicentro mismo, vi muchos errores, gritos, celos, miedos, desconfianzas, dolor... También grandes momentos, muchos besos, abrazos, caricias, olores, sabores, el tacto de suave piel y pelo, tonos de voces, susurros, la sensación en los labios de un beso, de muchos besos, calientes, apasionados, fríos...

Recordé frases, palabras sueltas, retazos de conversaciones perdidas en trozos ausentes y separados del todo que habían sido injertados con débiles cables al trozo mayor.

La jarama, correr por ella, ahora sabía a lo que te referías, ahora sabía lo que sentías, el mar, su olor, su sonido, el tacto de la arena fría al amanecer, todo eso que trataste de transmitirme y/o hacerme recordar, ahora ya lo sabía, ahora ya estaba preparado.

Mi tiempo se movió, no era el momento, pero lo deseaba tanto...

Ahora si estoy listo, ahora si soy lo que debería ser, o al menos siento lo que debería sentir, vuelvo a estar completo.

Completo y solo.


Cuando algo ha perdido su valor puedes regalarlo a la primera persona que pase, como en aquel cuento del anillo de Jorge Bucay http://le8al.blogspot.com.es/2009/04/el-anillo-jorge-bucay.html


Sin embargo cuando caminas de vuelta por ese bulevar del que al parecer no existe retorno, capturando cada trozo perdido de tu corazón en esos sueños rotos, cuando llegas al final (o al principio) según se mire, lo que tienes entre las manos es el mayor tesoro que pueda tener una persona (y no me refiero a su virginidad).

Aunque fue rápido, el volver caminando hacia atrás y recuperar todos esos trozos, tuvo su coste, el sentir de golpe todos esos errores, el ser consciente de todas esas cagadas, de todo ese posible daño colateral causado de forma no intencionada.


Llorar hasta sentir el sol en la nuca como si fueses un recién nacido con el corazón inmaculado, con la diferencia de 31 años de experiencias, vivencias y personas de todos los tipos y colores.


Y eso "gracias a una estrella fugaz".

Realmente nuestra psique a veces es algo muy estúpido, nos basamos en leyendas o creencias triviales y tribales, para argumentar nuestro rituales de paso hacia un estadío diferente de la persona, en mi caso, una estrella fugaz y un deseo.

Aunque realmente, esos deseos si se cumplen, siempre estarás conmigo, aunque no de la forma que quería cuando pedí el deseo en aquella isla portuguesa...




Me he cansado de cazar estrellas fugaces.