miércoles, 7 de noviembre de 2012

Tiempo

Si, lo sé, tendría que estar terminando los retoques a una práctica de física que tengo que entregar la semana que viene, pero al igual que vuelvo a sentir la música, vuelvo a tener la maquinaria por dentro moviéndose, con entradas y palabras que querer vomitar de alguna forma en este blog personal que tengo, en el otro también  sin embargo es mucho más fácil escribir aquí que en el otro, ya que si pretendo que las historias que cuento tengan un mínimo de coherencia tendría que empezar a usar una libreta con mas anotaciones que la que ya uso, o un programa que en su momento me recomendó Nuedio.

Como bien podéis ver l@s que aún me leéis (lo reconozcáis o no), voy a tope con todo lo que llena mi vida, me falta eso que da nombre a esta entrada y que ahora mismo estoy invirtiendo en escribir esto, no solo para mi mismo sino para vosotros también  recordad, que de una forma o de otra, la intencionalidad inicial (y la que sigue siendo su base) de este blog es intentar hacer pensar a personas que por H o por B (x,y,z vectorialmente hablando) no llegan a procesos mentales por si mismos, siendo algo posible de alcanzar si se trabaja, al igual que todo, doblando el lomo.

Releyéndome, no por egocentrismo, sino por revisar de donde vengo y a donde voy (no por sentirme perdido) veo que he invertido mucho tiempo, muchas prisas, en como diría en una entrada de hace año y pico, en variables que era desechables cuando se derivaban y que al integrarlas desaparecían sin mas.

Algunas cosas han cambiado, ya me da un poco lo mismo el hacerme la foto de la orla por aquel motivo vengativo que señalaba, ahora solo es parte del proceso de terminar la carrera que quiero terminar, como un vídeo cinemático de parte del camino que hay que recorrer para alcanzar el reconocimiento final.

Ante el nombre de la entrada, podría decir muchas cosas, desde su definición teórica fundamentada en el mundo académico en el que me encuentro inmerso, hasta su raíz mas poética y mística  sin embargo quiero hablar de ello en un contexto a caballo entre ambos.

Por fortuna o por desgracia, quizás mas por desgracia que por fortuna, me he acostumbrado (al igual que otras personas) a no valorar el tiempo, a regalarlo impunemente, o a desechar la idea de que es el bien mas valioso que poseemos, independientemente de la sangre, los órganos o lo que podamos sentir, pensar o decir, sin tiempo no somos nada.

Durante años, demasiados tal vez, ese tiempo no valorado, ha sido en ambos casos, tanto del dado como del recibido, o del necesario para el proceso de las situaciones deseadas.

Sin invertir el tiempo necesario una tortilla al fuego no es más que un revuelto, una amistad no es más que un mero saludo en mitad de la calle y el amor puede no ser más que una mirada furtiva de unos licantrópicos ojos azules detrás de unas pestañas preciosas.

Sin embargo al igual que usamos el tiempo en lo que consideramos más preciado en ese momento, debemos tener claro que el tiempo cuando pasa no vuelve atrás (no, aún no hemos conseguido inventar el condensador de fluzo) y la mayoría de las veces cuando comenzamos a valorar el tiempo vamos tarde, necesitamos atraparlo con nuestras manos y usarlo en los lugares que más necesitemos en ese momento, destilándolo con cuenta gotas y poniendo dosis de tiempo puro en aquello que tengamos que hacer.

Hay personas que no sólo no valoran el tiempo propio o lo invierten en divertimentos carentes de sentido en pro de un crecimiento personal, sino que no respetan ni valoran el ajeno, quitándole valor e importancia a las acciones en las que invertir esas delicadas y contadas gotas de tiempo.

Me gustaría ser capaz gracias al "don" de la palabra que poseo, hacerle entender a las personas que tengo cerca y me importan lo suficiente como para invertir parte de mi tiempo condensado (ese que me falta pero no me importa emplear en ell@s), de la importancia y el valor que tienen para mi cada una de esas gotas, cada uno de esos minutos "perdidos" que empleo en acciones ocasionales, que a veces creo que esas personas son incapaces de verles el valor que poseen para mi.

Le doy mil vueltas, lo pienso desde dentro y desde fuera, proyecto, analizo desde otro enfoque, trato de verificarlo quitando opciones e importancia a "variables", sin embargo, independientemente de estas palabras, no veo o no consigo ver como hacer entender a l@s que me rodean y me importan (al menos a aquell@s que aún no han aprendido a valorar el tiempo) de lo importante que es cada segundo que me "roban".

Desde otro ángulo, trato de ver y comprender, que como decía antes, cada cosa conlleva su tiempo, aunque no sea a lo que estoy acostumbrado y algunas esperas se parezcan demasiado, a palabras desagradables que resuenan entre páginas de esos tomos viejos y cerrados que anidan en el fondo de mi mente escritos con mi propia mano, pero con una letra distinta, de esos recuerdos que guardados en tarros, vibran violentamente ante la reverberación de las palabras resonando en ese almacén de la memoria.

Tantas preguntas internas, tantas (odiosas) comparaciones con matrices y vectores previos, la duda a si el método empírico, por un proceso totalmente distinto al acostumbrado, dará el resultado optimo, estable y deseado, que no es otro que ese permanente de conseguir reacciones de combustión de hidrógeno y regeneración del mismo, en lugar de ser una combustión por oxígeno y fricción por velocidad.

La respuesta a todo, aunque quiero creer que alguna la conozco (sueño con que sea así) sólo nos la puede dar ello mismo, el tiempo.

Aunque mientras ese tiempo pasa, podría acostumbrarme a escribir con tu cabeza en mi hombro ;-)


Gracias por leerme.


Vuestro.




M.



No hay comentarios: