miércoles, 28 de abril de 2010

Fixed course

Ultimamente mis entradas son demasiados egoístas, sólo hablo de lo que pasa por alguna de las partes físicas o metafísicas de mi cuerpo, lo que me pasa por la mente, lo que me pasa por el corazón, lo que me pasa en los ojos o en la espalda.

No por ello dejo de ser consciente de que el mundo sigue girando, que sigue habiendo gente que no puede hacer nada por las situaciones que se le vienen encima, que la mierda sigue existiendo más allá de mi facultad, mis exámenes, el rugby, el gim y los libros que intento devorar hasta que el sueño me vence.

Pero me siento agotado con el género humano, siempre hay más mierda, siempre hay más dolor, siempre hay incógnitas que (erróneamente) he considerado positivas y constantes y acaban siendo tan variables como el precio de las verduras en un mayorista, superas algo e inmediatamente después te ves apabullado de nuevas incógnitas que aseguran ser las verdaderamente verdaderas e intentan arrastrar tu tiempo y atención hacia cualquier otro lugar.

Mi última incógnita tenía nombre y apellidos, para ella este paso no era más que un día menos que quedaba hasta la muerte.

Si hubiese sido miembro del grupo en el que se centra uno de los libros que tengo en la mesilla habría sido asburdo no captar la oscuridad, tanto para unirse a ella como para mantenerla a distancia prudencial.

No soy un Otro, pero tendría que haber visto las señales.

Entiendo perfectamente porque Dios le ha vuelto la espalda a su más preciada creación.

Cuando se publique esta entrada habrá pasado otro año más, miro atrás y a pesar de haber sesgado sin piedad y con mucho dolor incógnitas que consideraba indispensables, me siento satisfecho con ello.

Ese es el motivo de esta entrada.

En algunas religiones y creencias ancestrales, se consideraba este proceso en el que me encuentro un estadío trascendental en el cual existe una evolución interior, una llamada personal hacia una nueva meta.

Pero por desgracia demasiadas personas olvidan esto, el dominio religioso y la imposición de unas creencias sobre otras han relegado ese tipo de rituales, prácticas y pasos trascendentales del alma a meros cuentos de viejas o creencias absurdas de un puñado de locos.

Tengo varias incógnitas, un puñado de constantes y ecuaciones a las cuales sin la única magnitud que no puede ser negativa no darán resultado.

Y es ese resultado el que llevo AÑOS persiguiendo, el placer personal (casi erótico) de hacerme la foto de la Orla y pedir un millón de copias para repartirlas, la satisfacción de poder decir tranquila y sinceramente mirando a los ojos "ves, te equivocaste", lejos de lo que se pueda pensar no es un capricho o rabieta ni una muestra de inmadurez, lo hago por mi, no por ell@s, por demostrarme a mi mismo que aquello que durante sesiones intensas y continuas como si de la Naranja Mecánica se tratase me hicieron creer, la realidad es maleable y cuando tienes algo seguro en tu interior y los demás lo niegan, el placer de demostrarles su error es algo inconmensurable, sin embargo requiere casi todo mi tiempo.

Pero no quiero privarme de las constantes, no quiero privarme de la placentera sensación de la ducha tras una sesión de gimnasio de dos horas; tampoco de sentir la lluvia sobre la cara corriendo con un balón en mis manos mientras veo cargar contra mi a rivales (con los cuales después me iré de cervezas ^^) que me superan en tamaño, peso y fuerza; de disfrutar de un té de trufa preparado por unas manos desconocidas y saborear su aroma con la nariz apagando cualquier estímulo externo; de charlar hasta altas horas de la mañana sobre filosofía o empezar arreglando el coche en mitad de la calle y acabar al amanecer comiendo churros con chocolate.

No quiero privarme de lo que me da ese calor que me hace sonreir al escribirlo y dedicárselo (aunque ell@s no lo sepan) a esas personas que AHORA son constantes en mi vida y aplican como si de un dulce se tratase delicados fideos de chocolate negro.

Sobre las incógnitas, bueno, creo que pueden resolverse solas y convertirse en constantes en algún momento, pero solo depende de ellas mismas el que así sea, estoy cansado de apostar con mi propio cuerpo físico y metafísico, con mis emociones, con todo lo que tengo por una incógnita, que como si fuese una caja metida en una pared, no sabes a donde va todo lo que inviertes ni cual será el resultado.

En este momento de mi vida en el que me acerco peligrosamente a la treintena, tomo la decisión firme de apostar por lo que se a ciencia cierta que dará resultado y eso básicamente es lo que tengo, en lo que puedo/pude/podría tener no quiero ni oír hablar a menos que sea capaz de solucionarse y dar resultados positivos por si mismos, pero eso, si lo prometido es cierto, será fácil ¿no?

Mientras tanto y como si de un capricho de cumpleaños se tratase (en lugar de algo más) tengo en mente el hacerme mi segundo tatuaje, el motivo y la ubicación ya están decididos y aunque para algun@s pueda carecer de significado, estará (al igual que el otro) cargado del mismo.

Prometo que la próxima entrada no será tan egocéntrica =)

Gracias por leerme y soplar las velas (imaginarias o no) conmigo ^^

Vuestro con el rumbo fijo



M.

miércoles, 14 de abril de 2010

I see the the circle

La mayoria de lo que vivimos son ciclos, quizás no nos damos cuenta de ello hasta que no los hemos pasado, porque son pequeños detalles los que marcan momentos y puntos de inflexión temporales en nexos cíclicos que se van sucediendo con el paso de los años.

Ayer pasaba la última pagina de un libro que no era mio, hoy ya lo es.

Mañana retorno al quirofano a deshacerme de los últimos vestigios de la deformidad ocular que he acarreado por años.

Tengo un bloqueo creativo, sin embargo, no quiero escribir un nuevo "Reunion".

Me conformo con terminar las aventuras de este arco argumental de Iván y quizás reescribir lo que ya tengo escrito, ¿publicar tal vez?

Me vuelvo a encontrar en otra encrucijada donde un conocido rotweiller que cuando ronca hace temblar su caseta intenta morderme y azuzarme a cometer un error, de nuevo.

He vuelto a deshacerme de la mala compañia de la sombra de mi sombra, espero que no vuelva de nuevo a mi con falsas promesas, ni volver a saber de ella hasta el dia del armagueddon cuando siegue su cabeza con mi espada en llamas y derrame la última lagrima por ella.

Sin embargo, si algo me ha dado este tiempo, en esta nueva oportunidad, es algo de sabiduria, no demasiada, pero si la justa y necesaria para no volver a pisar de nuevo el mismo ciclo.

Mañana a las diez de la mañana mi vista estará recuperada, fisiologicamente al menos, aunque me queden un par de semanas de colirios con sabor a Napalm.

En el mundo en el que vivimos, todo se rige por la vista olvidando los otros sentidos, eso que gano, pero tengo que recuperar mi olfato de nuevo.

Esta vez veré, ya que la última no vi donde estaba MI error y continué como un absurdo borrego hacia el matadero que yo mismo me habia dispuesto, guiado por un par de ojos marrón rojizos que arden en el abismo de la soledad, la desidia, la incognita y el astío.

Dicen que en la vida todo son ciclos y que está en la opción del hombre sabio el cambiar su presente para no repetir el pasado en su futuro, siempre y cuando, claro está, vea el ciclo que ante el se presenta.

He visto demasiadas sonrisas al amanecer junto a mi almohada desde aquel ciclo que quizás hoy por fin se cierra, como se cierra un libro al leer la última página, no puedo negar haberlo pasado bien pero, lo siento chicas, puede que os acercaseis bastante pero el trono os quedaba grande.

Y el nuevo ciclo que se abre, presenta retazos del sueño que ya soñé una vez.

Sobre ese ciclo, bueno, a pesar de conocer el guión y el desenlace, esa es otra historia...

Pero esta vez reescribiré el guión :)

Quizás no entendais nada esto, pero por otra parte ¿quien entiende las palabras de un loco soñador?

Un saludo.

Vuestro.



Manu

martes, 13 de abril de 2010

Desvelos nocturnos

Un puñado de paginas unidos a un desvelo nocturno provocado por un exceso de reposo debido a una mala postura al embestir contra otros dos quintales de carne y hueso, me han llevado tal dia como hoy, dia cualquiera sin ton ni son a estar despierto a estas horas en las que apenas circulan coches y en las que alguien noctambulo por naturaleza como soy se siente atraido por esa sensación de humedad fria de mediados de primavera que recorre las calles en un dia nublado y gris como fue el de ayer Lunes aquí en Sevilla.

Esta a diferencia de otras de las que escribo ultimamente no es una entrada planificada, de esas de coger el paquete de tabaco, el zippo, los cascos y sentarse en cualquier sitio con un puñado de ideas vagando en la cabeza y vomitarlas sobre el teclado dandole mayor o menor coherencia y forma al texto.

Pero como escribo siempre, a quien no le guste que no lo lea, y quien quiera opinar algo sobre como escribo, lo que escribo o sobre si comento más o menos faltas de ortografia, es bienvenid@ a hacerlo de forma educada a traves de comentarios creativos y constructivos, las odas a la destrucción, la oscuridad, la desesperación y el dolor creo que aún deben seguir en el bombo de la basura asi que no son bienvenidas.

Acabo de terminar mi cuarto libro de este año, no es un genero ni un autor que suela consumir, sin embargo me ha hecho llegar a una reflexión en la que podrian converger todas las ideas que llevo demasiado tiempo queriendo arrancar y no he sido capaz.

El pasar la última pagina de este libro ha sido para mi como quitar la lona a un bulto en el garaje y descubrir un precioso Buick del 54 color rojo cereza en un impecable estado y en mi propio garaje.

No debemos ser lo que los demás esperan de nosotros sino lo que deseamos ser, no existe elemento o situación no plegable bajo la fortaleza del martillo de la voluntad humana, dicho esto, que continue la función...

Y buenas noches ;)

domingo, 4 de abril de 2010

La mierda existe

Solo hay que mirar cualquier telediario para comprobarlo.

No solo me refiero a los desastres naturales en sitios que por falta de medios sufren las consecuencias de una mala planificación contra cualquier tipo de cataclismo, no me refiero a Haití, Chile o a los desastres menos mediáticos como la ruptura de un enorme casquete polar que se acerca a Finlandia amenazando sus costas, tampoco de las causas de la deforestación masiva y la perdida de especies en la cuenca del Amazonas.

Tampoco me refiero a ese producto de la sociedad y de las vacías vidas de aquellos que hacen que programas donde se saca a la luz las vidas privadas de pusilánimes sin nada que aportar a la sociedad sean récord de audiencia mientras que programas de interés cultural o social quedan relegados a cadenas secundarias.

Me refiero a la mierda que vemos que cada día que ocurre en la calle, atracos, violaciones, robos, asaltos contra la propiedad publica o privada.

A esa mierda que hace que el contribuyente medio tenga miedo de salir a pasear con tranquilidad a cualquier hora de la noche a disfrutar del silencio de las calles, a sentir la quietud de la piedra fría que cruje sin que nadie la escuche después de que el sol la haya calentado durante todo el día

A esa mierda que nos llena de prejuicios y trabas mentales frente a alguien que es distinto por fuera, aunque por dentro pueda sentir, pensar u opinar de una forma muy similar a la nuestra.

A la mierda que llena corazones y almas incapaces de comunicarse con aquellos por los que dicen sentir algo mas que indiferencia.

Tenemos lo que merecemos, ni mas ni menos.

Se realiza una parada estudiantil para llegar a algún consenso acerca de las decisiones y posturas sobre una ley sacada por gente con dinero para encarecer el estudio universitario y apenas llega a las 200 personas de las cuales tras soltar un montón de sandeces, hasta el final de la reunión solo aguantan apenas 20.

Sin embargo se prohíbe beber en la calle y se montan manifestaciones y movilizaciones de proporciones similares a aquellas que se daban en los setenta, cuando aún la gente tenia algo de espíritu por el futuro.

Lo que venga, a la mayoría le importa lo mismo como la programación de una de esas cadenas secundarias de las que hablaba antes.

Me gusta escribir desde ubicaciones publicas sociales como bares o cafeterías y observar a mi alrededor la banalidad y superficialidad de aquellos que con risa falsa ríen las vivencias de los otros, para rato después olvidarlas o decir que les importaba una mierda.

Me tachan de inhumano por decir lo que pienso, personas han dejado de dirigirme la palabra por decir que un conocido común no tiene nada que aportar a mi vida y por lo tanto no me importa realmente nada de lo que diga, porque para hablar de temas absurdos y sin sentido para alguien con un mínimo de intención de progreso o evolución personal.

Critican que soy altivo, egoísta en cierta medida, directo en mis palabras, como siempre vemos la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio.

Entiendo que es mucho mas fácil el ver los errores de los demás, el ver la mierda de los demás y decir "que mal huele" en lugar de observar alrededor suya y ver que nadan en la inmundicia.

El ser humano es algo peculiar sin duda alguna.

Por ello sigo excluyéndome de esa raza de borregos empeñada en hacer daño con mentiras y palabras dulces donde solo hay odio y rencor.

Sin embargo no todos los especímenes son iguales, a veces fruto del azar (guiados por Tymora) y como fruto de un cumulo de casualidades, encontramos a alguien que por aislamientos varios, aun conserva parte de esa inocencia, de esa ternura, alguien que a pesar de los envites del camino sigue conservando su alma y su cordura casi intacta.

De esos especímenes y gracias al azar, tengo uno bien cerquita, tan cerca y tan exacto que no termino de creer que lo haya encontrado, pero quiero encontrar muchos más, quizás en algún momento podamos elevar la voz hasta que nos escuchen en alguna parte y esto cambie.

Aunque por otra parte al buscar especímenes humanos dignos de algo que no sea una trempanación piadosa se corre el riesgo de volver a tener trato con tamaños pusilánimes atrapados mentalmente en los cuatro años, emocionalmente en los ocho y físicamente en los ochenta.

Parte de esa mierda que vemos alrededor llevan el lema de “el cuerpo es la catedral de la mente” hasta un punto extremo, exaltando la primera parte y olvidando la segunda.

No negaré que es agradable el contacto de una piel tostada perteneciente a un cuerpo delgado con una larga melena rubia con extensiones y unos penetrantes ojos azules que te miran directamente a los ojos desde la pelvis, pero si las prioridades de esos ojos es beber como un demonio, bailar toda la noche y olvidar el resto...

El equilibrio es la clave, pero en la sociedad en la que vivimos existe un claro desequilibrio entre los que pueden hacer algo y no lo hacen por conservar lo que tienen y manejar a los borregos y los que quieren hacer algo pero no pueden por falta de medios.

Entre ellos, los humanos, pero la base que es la consciencia humana por fortuna para los que tienen y por desgracia para los que quieren hacer algo, es casi inexistente...


Gracias por leerme.



Vuestro.





M.