Te acercas a mi, sonríes, dos besos, uno por mejilla, cargamos tus cosas, charlamos, tu mano roza la mía, te lanzo una mirada dulce y respondes con una sonrisa, llegamos.
Nos sentamos en la cama, tu te cambias, te pones algo mas cómodo, yo recuerdo tus besos, sueño despierto y siento como se me erizan los pelos de la nuca al recordar esas sensación.
Vamos despacio, paso a paso, acercándonos el uno al otro, ese beso que emulo en mi mente, tirando de esos tomos que en apenas un mes se están llenando con miles de palabras que te tienen como centro, objeto y objetivo.
Abriendo sutilmente el tarro donde guardo las sensaciones del momento, el café, el jazz de fondo, el calor de tu cuerpo contra el mío, el olor a excitación de tu piel, me excito mentalmente con la idea de tu cuerpo desnudo sobre un lecho de sabanas blancas, apoyada de lado invitándome a entrar bajo las sabanas en un universo de placer y éxtasis, hasta ahí llega mi visión, el resto no deseo imaginarlo pues deseo vivirlo por primera vez cuando corresponda.
Vemos fotos, viejas, donde yo era alguien que no soy yo, donde interpretaba un papel, donde actuaba como las circunstancias decían que actuase dejándome llevar como un barco si dueño por la acción, orden y voluntad de otros, miras con fascinación las fotos y me miras a mi.
-Queda mucho en ti de esas fotos- dices con tu dulce y melodiosa voz
-No queda nada, lo que soy es la evolución de quien estaba ahí dentro en esas fotos- susurro tristemente.
Me miras a los ojos, besas dulcemente mis mejillas, mi aliento reclama el tuyo con los labios entrecerrados y los ojos en tinieblas, pero no llegas a verme porque cuando tus labios dan el ultimo beso cierro la boca, abro los ojos y te miro.
Me miras.
Me confiesas.
Un garra pesada se aferra a mi corazón intentando exprimir su jugo, pero ya no tengo el corazón de un gato, ya no olvido quien soy, lo demuestro, saco mi fuego interior y lo canalizo, deseo lo mejor para ti, te respondo.
El resultado que obtengo de tu sorpresa es cuando te sientas a horcajadas sobre mi y me abrazas, tu pecho y el mío laten al unísono, tu calor no rivaliza con el mío, tu respiración agitada esta coordinada con la mía, tus manos acarician mi cara y las mías la tuya.
Nos miramos a los ojos, con una cercanía superior a la de hace unas horas, la distancia interior entre ambos en momentos como este se vuelve ínfima, entonces ocurre.
Tu boca se acerca a la mía y la mía a la tuya como una coreografía perfectamente ensayada y chocan con la fuerza de dos planetas arrojados el uno contra el otro.
El aliento que sale de tu boca es el mío y el aire que entra en mis pulmones es el tuyo.
Dejamos de existir tu y yo, ahora somos nosotros.
El contacto de los labios reclama el del resto de la piel mientras aumenta nuestra excitación y la ropa vuela a través de la habitación.
Nuestras manos exploran nuestros cuerpos.
Tu humedad reclama bajo mis manos lo que tus labios susurran a mi oído.
La sangre que bombea mi pecho en mi cuerpo cavernoso clama por cumplir tu reclamo.
Nos abrazamos, tus piernas rodean mis caderas.
Tu calido, húmedo y aterciopelado interior abraza mi zona mas sensible, un latigazo eléctrico recorre mi espina dorsal desde el coxis hasta la cabeza terminando en la frente.
Mis ojos se cierran, dejo de sentir solo lo que me grita la piel, respiro con el bajo abdomen un segundo, y siento algo mas allá del placer físico, dejamos de ser dos cuerpos y dos almas separadas y nos fusionamos, como dos agujeros negros tragándose el uno al otro, como dos supermasas creando algo nuevo.
Siento como mi alma se deshilvana y se vuelve a hilar con la tuya.
Después de trece años, de infinitos actos carnales con pasión, sin ella, solo, en compañía y llevando a cabo infinitas fantasías propias y ajenas, siento algo nuevo, siento el vinculo emocional y carnal fusionarse en una espiral ascendente de éxtasis físico, mental, emocional.
Reconozco la sensación como la descrita en la teoría, siento como si parte de mi estuviese siendo entregada a Ella y como Ella me entrega esa misma parte.
Siento como penetramos el uno en el otro, siento como si estuviese perdiendo la virginidad, como si todo lo vivido anteriormente no tuviese valor alguno, no es solo sexo, no es solo amor, es algo mas hermoso aún, es magia hecha carne.
La comunión armónica perfecta hasta llegar al clímax.
Nos tumbamos uno en frente del otro en la cama y nuestros dedos se entrelazan como hace unos minutos lo hacíamos nosotros con todo nuestro ser.
Apoyas tu cabeza en mi pecho y placidamente duermes sobre el, beso tu frente y sigo soñando, pues ¿de que forma si no podría describirse el infinito numero de sensaciones que en poco mas de una hora hemos acumulado sino es como un sueño?
Al despertar tu rítmica respiración me recuerda que no es un sueño, que eres real y felizmente pienso que creo que debo tragarme mis palabras ya que aunque aún me quede el Dragón de la paciencia y el tiempo por vencer, existen cosas en los sueños, que dando gracias a los hados, existen en la realidad…
Ains
Nos sentamos en la cama, tu te cambias, te pones algo mas cómodo, yo recuerdo tus besos, sueño despierto y siento como se me erizan los pelos de la nuca al recordar esas sensación.
Vamos despacio, paso a paso, acercándonos el uno al otro, ese beso que emulo en mi mente, tirando de esos tomos que en apenas un mes se están llenando con miles de palabras que te tienen como centro, objeto y objetivo.
Abriendo sutilmente el tarro donde guardo las sensaciones del momento, el café, el jazz de fondo, el calor de tu cuerpo contra el mío, el olor a excitación de tu piel, me excito mentalmente con la idea de tu cuerpo desnudo sobre un lecho de sabanas blancas, apoyada de lado invitándome a entrar bajo las sabanas en un universo de placer y éxtasis, hasta ahí llega mi visión, el resto no deseo imaginarlo pues deseo vivirlo por primera vez cuando corresponda.
Vemos fotos, viejas, donde yo era alguien que no soy yo, donde interpretaba un papel, donde actuaba como las circunstancias decían que actuase dejándome llevar como un barco si dueño por la acción, orden y voluntad de otros, miras con fascinación las fotos y me miras a mi.
-Queda mucho en ti de esas fotos- dices con tu dulce y melodiosa voz
-No queda nada, lo que soy es la evolución de quien estaba ahí dentro en esas fotos- susurro tristemente.
Me miras a los ojos, besas dulcemente mis mejillas, mi aliento reclama el tuyo con los labios entrecerrados y los ojos en tinieblas, pero no llegas a verme porque cuando tus labios dan el ultimo beso cierro la boca, abro los ojos y te miro.
Me miras.
Me confiesas.
Un garra pesada se aferra a mi corazón intentando exprimir su jugo, pero ya no tengo el corazón de un gato, ya no olvido quien soy, lo demuestro, saco mi fuego interior y lo canalizo, deseo lo mejor para ti, te respondo.
El resultado que obtengo de tu sorpresa es cuando te sientas a horcajadas sobre mi y me abrazas, tu pecho y el mío laten al unísono, tu calor no rivaliza con el mío, tu respiración agitada esta coordinada con la mía, tus manos acarician mi cara y las mías la tuya.
Nos miramos a los ojos, con una cercanía superior a la de hace unas horas, la distancia interior entre ambos en momentos como este se vuelve ínfima, entonces ocurre.
Tu boca se acerca a la mía y la mía a la tuya como una coreografía perfectamente ensayada y chocan con la fuerza de dos planetas arrojados el uno contra el otro.
El aliento que sale de tu boca es el mío y el aire que entra en mis pulmones es el tuyo.
Dejamos de existir tu y yo, ahora somos nosotros.
El contacto de los labios reclama el del resto de la piel mientras aumenta nuestra excitación y la ropa vuela a través de la habitación.
Nuestras manos exploran nuestros cuerpos.
Tu humedad reclama bajo mis manos lo que tus labios susurran a mi oído.
La sangre que bombea mi pecho en mi cuerpo cavernoso clama por cumplir tu reclamo.
Nos abrazamos, tus piernas rodean mis caderas.
Tu calido, húmedo y aterciopelado interior abraza mi zona mas sensible, un latigazo eléctrico recorre mi espina dorsal desde el coxis hasta la cabeza terminando en la frente.
Mis ojos se cierran, dejo de sentir solo lo que me grita la piel, respiro con el bajo abdomen un segundo, y siento algo mas allá del placer físico, dejamos de ser dos cuerpos y dos almas separadas y nos fusionamos, como dos agujeros negros tragándose el uno al otro, como dos supermasas creando algo nuevo.
Siento como mi alma se deshilvana y se vuelve a hilar con la tuya.
Después de trece años, de infinitos actos carnales con pasión, sin ella, solo, en compañía y llevando a cabo infinitas fantasías propias y ajenas, siento algo nuevo, siento el vinculo emocional y carnal fusionarse en una espiral ascendente de éxtasis físico, mental, emocional.
Reconozco la sensación como la descrita en la teoría, siento como si parte de mi estuviese siendo entregada a Ella y como Ella me entrega esa misma parte.
Siento como penetramos el uno en el otro, siento como si estuviese perdiendo la virginidad, como si todo lo vivido anteriormente no tuviese valor alguno, no es solo sexo, no es solo amor, es algo mas hermoso aún, es magia hecha carne.
La comunión armónica perfecta hasta llegar al clímax.
Nos tumbamos uno en frente del otro en la cama y nuestros dedos se entrelazan como hace unos minutos lo hacíamos nosotros con todo nuestro ser.
Apoyas tu cabeza en mi pecho y placidamente duermes sobre el, beso tu frente y sigo soñando, pues ¿de que forma si no podría describirse el infinito numero de sensaciones que en poco mas de una hora hemos acumulado sino es como un sueño?
Al despertar tu rítmica respiración me recuerda que no es un sueño, que eres real y felizmente pienso que creo que debo tragarme mis palabras ya que aunque aún me quede el Dragón de la paciencia y el tiempo por vencer, existen cosas en los sueños, que dando gracias a los hados, existen en la realidad…
Ains
12 comentarios:
Esto si es un post con mucha materia... pero te ha quedado tan bien que no voy a analizar nada.
:)
diox!! makinggg como me gusta:P
Ojú, que me ha empezado a latir fuerte el corazón con tu texto.
Fíjate que en un enlace he leído en lugar de caballería heroica, caballería "erótica", ja, ja.
Me gusta tu expresión y es difícil en estos temas tan íntimos, al menos a mí me pasa.
Ahora lo he leído deprisa, pero me volveré a pasar mañana para leerlo bien y el enlace que me falta.
Muy bien hecho.
Oye, que estoy de verdad emocionada con la nueva serie y tengo ganas de que salga.
Besotes
Anda, me alegro por ti, bien expresado... la verdad es que hay que conocer la diferencia entre tener sexo y hacer el amor...
Pa opiniones los colores
que lindo ^^
Romántico hasta el tuetano jeje
Que todo siga asi ^^
besitos
Joder tio, si te metes a escritor erótico-romántico te compro tos los libros.Y mira que ese tipo de literatura no me mola nada.
Esto te puede servir hasta de guión para un corto.
Anita:
Gracias ^^
Ana:
Solo es cuestión de expresar sensaciones con las palabra adecuadas ;)
Corina:
Me alegra saber que te ha gustado tanto ^^
Espero tener algo para el Lunes ^^
Redtalon:
Ains
Asias ^^
Si tu supieras... ^^
Aïcha:
Así no, ¡que vaya a MAS! ^^
Fausto:
Gracias por pasarte ^^
Jejejejejeje
Me gusta tocar todos los palos literarios con mas o menos éxito, en el otro blog tengo un par de entradas de la misma temática ;)
Gracias de nuevo por pasar por aqui ^^
Y sin haberlas esperado, un correo llego hace unos dias, lleno de palabras en respuesta a esta oda al amor que traspasa lo fisico y lo sentimental, solo puedo sonreir y seguir escribiendo, caminando, viviendo, sintiendo y disfrutando =D
Ufff pero bueno! Estás hecho un verdadero poeta... es verdaderamente hermoso! :-)
Un abrazo
Boomings:
¿Como no puedo hacer poesía cuando con solo pensar en ella, y lo hago durante todo el día, hace que criaturas como las de tu avatar bailoteen en mi estomago?
Ains
Un abrazo para ti tambien ^^
ofú, como mola :)
Losselith:
Gracias ^^
Lo que mola es el acto en si, el sentirlo así, aunque a veces, sean sensaciones y sentimientos en una sola dirección...
Un saludo
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