miércoles, 14 de julio de 2010

Just singing & dancing shit

Despertar un día cualquiera de un verano destinado a un horario disciplinado de estudio, ejercicio y un par de horas de distracciones mentales con la epifanía de Tyler Durden en "El Club De La Lucha" en la cabeza solo es superable cuando la analizas, comparas con cualquier vida que te rodea y la extrapolas al medio en el que vives para darte cuenta que es cierto.

Todo sueño acaba destinado al fracaso, siempre hay alguien más grande que viene a joder simplemente porque puede, porque en su infinito egocentrismo de creerse capaz de destruir vidas ajenas con la simple palabra cree tener poder sobre las vidas que los rodean.

Cualquier esperanza es en vano, ya que tarde o temprano nos apagaremos como velas solitarias en mitad de una habitación pintada de negro donde dejaremos de emitir nuestro brillo vital.

La voluntad puede ser doblegada o engañada, siempre existen trucos para conseguir los objetivos propios o ajenos usando a las personas como meros títeres que desechar tras su uso como una lata de aluminio contenedora de una bebida energética.

Poseer corazón en el siglo XXI y amar, enamorarse, suspirar por alguien, es casi tan absurdo como hacerlo por acciones en un mercado bursátil regentado por el Joker, hoy puedes entregar algo que mañana te escupirá a la cara devolviéndote tus propios fluidos corrompidos.

La disciplina física y la autosuperación son estereotipos tan trillados hoy en día que resulta más sencillo el realizarse una redistribución de grasa corporal, incorporar un balón gástrico a nuestro estómago e implantarse músculos de silicona, sin tener en cuenta toda la mierda de proteina, creatina, hidratos, esteroídicos y trytootherhole que circulan libremente.

Los conceptos como familia, clan, tribu, hogar han sido sustituidos por la raid del WOW, la Crew del barrio o ese grupo de personas con el que sales a la calle por no quedarte solo en tu casa mirando patéticamente youtube o esas personas con las que compartes un puñado de horas hablando de los mismos temas y poniendo a caldo a aquellos que no están.

Estas son las verdades del siglo XXI.

Al menos hasta ahora.

Hasta ahora como legado de los que venían antes que nosotros tenemos que gracias a sus logros y fracasos nos hemos convertido simplemente en la mierda cantante y danzante de las calles que transitamos.

O al menos ese es el sentimiento colectivo generalizado.

Por mi parte quizás quede cursi, o algun@s de l@s que leéis esto diréis que soy suave y tierno como un bebé (va por ti Patapom), pero yo sigo creyendo en que si tenemos la capacidad de soñar, es porque en algún momento de alguna forma podemos conseguir lo que soñamos, si tenemos la fuerza de voluntad suficiente podemos conseguir aplicarla sobre la materia más dura y moldearla a nuestro antojo eso incluye la consciencia propia (que es por donde tendríamos tod@s que comenzar).

Respecto al corazón prefiero no hablar por aquí, porque todo lo que puedo decir lo escribo en otro sitio.

La familia forma parte de un sueño futuro (al menos la creación de una propia), de los "territorios" del clan soy guardián este verano, mientras que el resto de miembros disfrutan de sus merecidas vacaciones y mi tribu, ese grupo de Orcos bebedores de cerveza y comedores de carne que son el equipo de rugby al cual tengo el honor de pertenecer.

Pero intuyo no estar equivocado en mis planteamientos y teorías, no puedo creerme poseedor de la verdad absoluta ni mucho menos, pero si de encuadrar lo que siento y pienso de forma coherente, razonable y consecuente.

Y a pesar de que SE que ahí fuera sigue estando la mierda cantante y danzante , creo, que es algo que solo nosotr@s podemos solucionar, eso si claro, tenemos que querer hacerlo.

Y válgase la reiterante comparación estos días, de la misma forma que la selección que ha ganado el mundial 2010, persiguiendo un sueño, con perseverancia, fuerza de voluntad, poniendo el alma en cada jugada y jugando como equipo, moviéndose como una manada que actúa al unísono.

¿Os gustó el lema de la selección?

Aplicadlo a la vida diaria porque poder, podemos...



Vuestro



M.

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