miércoles, 10 de noviembre de 2010

Sabores

Soy un sibarita.

Es algo que aquell@s que me leeis ya sabeis.

Y al igual que los olores (en especial de las personas) me atraen o repelen hacia ell@s dejando que los instintos animales afloren y guien parte de mi conducta social, la busqueda de hacer orgasmear el paladar con todo aquello que pueda juguetear la lengua nuevo o conocido me hace ensimismarme a veces mas de la cuenta.

Pero hay sabores que llegan a tal punto de climax que no me cansaría de saborearlos, aunque todos ellos tienen un momento preciso.

Por eso me encanta la cocina, buscar conseguir la perfección para el paladar propio y sorprender al ajeno.

Aunque hay sabores y olores que no pueden ser creados o mezclados : el olor de un perfume conocido en la piel de una desconocida, que le da nuevos matices o hace rememorar los recuerdos; el olor del café recién hecho cuando te despiertas o el de pan tostado un poco más de la cuenta a media mañana; el olor a caramelo quemado en las calles de los aledaños a la feria de Abril ; el sabor de la propia sangre en tu garganta cuando realizas un extenuante esfuerzo físico ; el olor y el sabor de la carne y la sangre de tu enemigo al ser arrancada ; el sabor del primer trago de agua salada del verano ; el olor del ozono en las cercanias de una zona donde caen rayos ; el olor a miedo que en cada persona es distinto; el sabor de un beso lento y profundo ; el olor y el sabor de la piel de la persona con la que te estás fundiendo...



El porque de esta obsesión con los olores, con los sabores, proviene de la carencia que tenemos los seres humanos de vincularnos con lo que nos rodea más allá de nuestros sentidos, rememorando aquella entrada de hace unos meses, la busqueda de poder compartir esa sinapsis con lo que te rodea es tan frustrante a veces, que los sentidos claman por mas, aunque no lo conozcan, anhelar algo que aún no se conoce parece absurdo, incluso podemos decir que la mayoria de las veces solo es fruto de nuestra imaginación o anhelos.

Pero ¿y si realmente recordasemos esas sensaciones gracias a la gestalt y por eso los buscamos?

Se que hay infinitos que aún no conozco y la mayoría de ellos hasta que no termine el ciclo en el que me encuentro no podrán ser degustados.

Sin embargo a veces conoces sabores y olores nuevos, en distintas circunstancias, en distintos motivos, que por un motivo o por otro te alegran el día...

Va por esos sabores esta entrada, por todos los que tienen que venir...

Y de repente me han entrado gana de comer galletas de dinosarios xD

Disculpad mi bajo ritmo de escritura, pero sabeis que no es por falta de ganas sino de tiempo.

Un saludo a tod@s l@s que me leen.

Hasta la próxima entrada ^^



Vuestro.







M.

6 comentarios:

Lillie Evan dijo...

Me gusta tu perfume de ayer.

Aniña (@vampyevil) dijo...

sabores olores, la erotica del sentir ^^

La Chica Gato dijo...

Me siento tan identificada con lo que acabo de leer... (exceptuando las galletas de dinosaurios, que me pillan demasiado lejos para ir a por ellas ahora...)
S'i, estoy de acuerdo en que los olores son una parte muy importante, y pueden sin duda hacernos viajar internamente a tantos sitios en tan poco tiempo...
Un placer leerte (y saber que me sigues leyendo)

Manu dijo...

Lillie:

Intento disfrutar de todos ellos aunque no me gusten a veces ;)

Bienvenida ^^

Manu dijo...

Aniña:

Según el enfoque, todo lo que nos rodea podría tener su puntito erótico no crees?
;)
Un beso!!

Manu dijo...

La Chica Gato:

Los olores para un olfato bien entrenado pueden decir más que los ojos, pero en el mundo en el que vivimos hemos sido adoctrinados para guiarnos por la vista...

Que no comente no significa que no siga leyendo ^^

Un beso!